Mujer fue recibida a machete por su Inquilino
En un hecho que ha conmocionado a la localidad de Kennedy, María Alejandra Barrera Roa, una joven madre de 25 años y trabajadora de domicilios, denunció una violenta agresión con machete que casi le cuesta la vida. A pesar de la gravedad del caso, sus agresores siguen libres y la justicia parece no avanzar. ¿Qué está pasando? Mujer fue recibida a Machete por su Inquilino
El desalojo que desató la tragedia
Todo comenzó con un conflicto por un apartamento heredado. María y su esposo descubrieron que el inmueble, legado por su suegro fallecido, estaba ocupado por un inquilino. Tras pedirle que desalojara, el hombre accedió a irse el 6 de febrero. Sin embargo, ese día, la situación escaló a un nivel inimaginable.
Al llegar a su vivienda, ubicada en la carrera 78A con calle 42A bis sur, María encontró al inquilino destruyendo objetos en un acto de rabia. “Comencé a grabarlo y le advertí que llamaría a la Policía”, relató. Pero lo que siguió fue una escena de terror.
El ataque que dejó heridas profundas
Mientras María grababa, una mujer apareció de la nada. El inquilino le susurró algo al oído y, acto seguido, le entregó un machete. La mujer, sin mediar palabra, se lanzó contra María y la atacó con varios machetazos. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que la víctima recibió cortes en el cuello y el brazo, dejándola al borde de la muerte.
“El corte en el cuello quedó cerca de una arteria y afectó mis cuerdas vocales. El dolor era insoportable”, contó María, quien recibió ocho puntos en el cuello y tres en el brazo. Además, el agresor destruyó su bicicleta de trabajo y su celular, herramientas esenciales para su sustento.
Justicia lenta y amenazas constantes
Aunque el agresor fue detenido, quedó en libertad poco después. La denuncia por lesiones personales agravadas parece no avanzar, y la familia ha recibido amenazas de represalias. “Nos dijeron que destruirían el apartamento y que nos cuidáramos porque ‘esto estaba candela’”, reveló María.
El celular de su esposo, robado durante el ataque, fue encontrado enterrado en un parque cercano. Sin embargo, la impunidad sigue reinando. “Esta persona pudo haber acabado con mi vida y dejar a mis hijos sin su mamá. Lo que me pasó necesita justicia”, exigió María.
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Un llamado a las autoridades
María y su familia claman por atención inmediata. Temen por su seguridad y la de sus hijos, de 9 y 3 años. Este caso no solo expone la violencia que enfrentan miles de colombianos, sino también la lentitud de un sistema que deja a las víctimas en el olvido.
¿Hasta cuándo tendrá que esperar María para obtener justicia? ¿Qué más debe pasar para que las autoridades actúen? Este caso es una alerta para todos: la violencia no puede quedar impune.
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Si tienes información sobre este caso o quieres apoyar a María, comparte esta historia y exige acción. ¡La justicia no puede esperar!
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