Alcaldía borra el icónico mural de Pablo Escobar en el barrio que lleva su nombre
La ciudad de Medellín no deja de ser noticia, y esta vez el centro de la controversia es la decisión de la alcaldía de Federico Gutiérrez de borrar el famoso mural de Pablo Escobar que por años dio la bienvenida al barrio Loreto, popularmente conocido como el barrio Pablo Escobar. ¿Fue una decisión acertada o un intento por borrar la historia? Alcaldía borra el icónico mural de Pablo Escobar
El mural que desató el debate
Ubicado en la comuna 9, Buenos Aires, este mural se había convertido en un símbolo para algunos y en una herida abierta para otros. Para los turistas, era un punto clave en los famosos narcotours, esos recorridos que muestran los lugares emblemáticos del pasado oscuro del narcotráfico en Medellín. Pero para muchos ciudadanos, era un recordatorio incómodo de un capítulo doloroso de la historia colombiana.
Este lunes 20 de enero, el alcalde Gutiérrez compartió en sus redes sociales imágenes del momento en que funcionarios pintaban de gris el mural. Con esta acción, la administración distrital busca “resignificar” los espacios públicos y poner en el centro del relato a las víctimas y héroes, no a los victimarios.
“Sí era posible y lo estamos haciendo. En la comuna 9 estaba uno de los grafitis más conocidos de uno de los personajes que más daño le ha hecho a nuestra ciudad y a Colombia”, declaró el alcalde.
¿Borrar la historia o construir memoria?
La decisión no ha estado exenta de críticas. Mientras algunos aplauden la medida como un paso hacia la reconciliación, otros argumentan que borrar el mural no elimina la historia, sino que la oculta. Wberney Zabala, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio, explica que el nombre de Pablo Escobar está profundamente arraigado en la identidad del lugar, aunque oficialmente no exista en los mapas de Medellín.
Sí era posible y lo estamos haciendo. En la comuna 9 estaba uno de los grafitis más conocidos de uno de los personajes que más daño le ha hecho a nuestra ciudad y a Colombia 🇨🇴 . Recientemente se ha hablado mucho de arte urbano y de cómo éste puede resignificar espacios y… pic.twitter.com/kZr5A1Y8Pm
— Fico Gutiérrez (@FicoGutierrez) January 20, 2025
“Geográficamente, nos hicieron parte del barrio Loreto, algo que no acepta la comunidad. La historia dice que hubo un hombre llamado Pablo Escobar que construyó un barrio en Medellín que lleva su nombre. Ya cada quien que saque sus propias conclusiones”, afirma Zabala.
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Un barrio con una historia compleja
El barrio Pablo Escobar tiene sus orígenes en 1982, cuando un incendio devastador arrasó el barrio Moravia. En ese entonces, Pablo Escobar, quien buscaba ganarse el favor público en su campaña al Senado, prometió viviendas a más de 400 familias afectadas. Aunque solo se entregaron 443 casas, muchas de ellas sin terminar, la comunidad decidió rebautizar el lugar en su honor como un gesto de agradecimiento.
Hoy, el barrio alberga entre 6.000 y 16.000 habitantes, según diferentes fuentes. A pesar de su nombre no oficial, cuenta con su propia parroquia, Junta de Acción Comunal y una historia que sus residentes no están dispuestos a olvidar.
¿Hacia una nueva identidad?
La alcaldía ha prometido apoyar a la comunidad en el proceso de resignificación del mural. El objetivo es que este espacio cuente las historias de los procesos comunitarios y las construcciones colectivas del barrio. De hecho, ya se ha dado un primer paso con la construcción del Jardín Buen Comienzo, la primera obra pública en casi 37 años.
“No queremos quedarnos en la parte negativa de la historia, pero tampoco queremos que el nombre de Pablo Escobar siga asociado a las nuevas obras que se hagan en el sector”, asegura Zabala.
¿Qué opinan los ciudadanos?
En redes sociales, la polémica está servida. Mientras algunos usuarios celebran la decisión de la alcaldía como un acto de justicia simbólica, otros critican que se esté borrando un pedazo de la historia local. Lo que es indudable es que este debate refleja las tensiones entre memoria, identidad y reconciliación en una ciudad que sigue luchando por superar su pasado.
¿Y los turistas?
Con la desaparición del mural, uno de los puntos clave de los narcotours queda en el olvido. Sin embargo, Medellín sigue ofreciendo otros lugares emblemáticos como la comuna 13, la tumba de Escobar y el desaparecido Edificio Mónaco. ¿Será este el fin de los recorridos turísticos asociados al narcotráfico? Solo el tiempo lo dirá.
Lo que está claro es que, más allá del mural, la sombra de Pablo Escobar sigue siendo un tema delicado en Medellín. Borrar su imagen de las paredes no borrará su legado, pero quizás sea un paso hacia una nueva narrativa para la ciudad.
¿Tú qué opinas? ¿Fue acertada la decisión de la alcaldía o crees que se trata de un intento por ocultar la historia? ¡Déjanos tus comentarios y comparte esta nota!
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