El lujo y el drama: la vida de Angie Bonilla, “Barbie Vanessa”, tras el secuestro de su hijo

La influencer colombiana, conocida por exhibir joyas, viajes y autos rosados, enfrenta cuestionamientos tras el rescate millonario de su hijo Lyan, en un caso que vincula a Los Rastrojos y una supuesta deuda de 37 mil millones de pesos. Angie Bonilla la mamá de Lyan el niño secuestrado


Una vida de lujo en redes sociales

Angie Bonilla, mejor conocida como Barbie Vanessa, ha cautivado a más de 140 mil seguidores en Instagram y 150 mil en TikTok con imágenes de una vida fastuosa: viajes por Europa, autos rosados convertibles, bolsos de Louis Vuitton y una habitación entera dedicada a su impresionante colección de zapatos y joyas. Sin embargo, su nombre saltó a los titulares no por su estilo de vida, sino por el secuestro de su hijo de 11 años, Lyan José Hortúa, liberado tras 19 días de cautiverio y un rescate millonario.

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El caso, ocurrido en Jamundí (Valle del Cauca), destapó un oscuro trasfondo: investigaciones de Semana y El Colombiano revelaron vínculos con la extinta organización criminal Los Rastrojos y una supuesta deuda de 37 mil millones de pesos relacionada con Diego Rastrojo, exjefe militar del grupo.


El secuestro que conmocionó a Colombia

El 3 de mayo, Lyan fue secuestrado cuando los captores, al no encontrar a Angie ni a su esposo, Joshua Suárez, decidieron llevarse al niño. Tras intensas negociaciones, la familia pagó cerca de 4 mil millones de pesos por su liberación, confirmada el 21 de mayo.

Pero ¿por qué Angie Bonilla era un objetivo? La respuesta parece estar en su pasado. El padre biológico de Lyan, José Leonardo Hortúa Blandón, alias Mascota, fue un sanguinario miembro de Los Rastrojos, asesinado en 2013. Según medios, tras la muerte de Hortúa y la extradición de Diego Rastrojo, Angie habría quedado al frente de bienes del capo, lo que la habría convertido en blanco de extorsiones.


¿Quién es realmente “Barbie Vanessa”?

En sus redes, Angie se presenta como CEO de Jorsuar Joyeros, una marca de joyería en oro de 18 quilates con sede en Cali. Su contenido refleja una vida de ensueño: paseos por París, Venecia y Mónaco, gafas de diseñador y cadenas de oro personalizadas con su apodo.

Pero tras el escándalo, borró varias publicaciones, aunque conserva historias destacadas. En TikTok, aclaró el origen de su apodo:

“Mi mamá me decía ‘mi Barbie negra’. No tiene que ver con mi apariencia, sino con mi amor por el color rosa”.

También se define como una mujer hogareña:

“Me encanta cocinar y ser esposa. Muchas critican eso, pero es mi elección”.


El debate: ¿influencer o víctima de su pasado?

Mientras algunos cuestionan el origen de su fortuna, otros la ven como una mujer que intenta dejar atrás un legado oscuro. El caso de Lyan expuso no solo los riesgos de su entorno, sino también la fascinación pública por los contrastes: el lujo exhibido vs. la sombra del crimen organizado.

Lo cierto es que, más allá de los brillos, Angie Bonilla enfrenta ahora un desafío mayor: proteger a su familia mientras la justicia investiga los hilos ocultos de este drama.

Angie Bonilla la mamá de Lyan el niño secuestrado

Autor

  • José Velásquez es reconocido por su rigurosa y meticulosa cobertura de noticias judiciales y de actualidad. En el ámbito regional de Santander y, de manera más amplia, en el contexto nacional de Colombia, ha demostrado un compromiso inquebrantable con la búsqueda de la verdad.

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