Tras el adiós a Francisco: ¿Cuándo y cómo será el cónclave para elegir al nuevo Papa?
El mundo católico aún respira conmovido tras la despedida del papa Francisco, cuyo funeral congregó a miles de fieles y líderes globales en la Plaza de San Pedro. Ahora, la Iglesia Católica se prepara para un momento histórico: la elección de su nuevo líder. ¿Cuándo y cómo será el cónclave para elegir al nuevo Papa?
Con el cuerpo del pontífice argentino ya descansando en la Basílica de Santa María la Mayor, según su último deseo, el Vaticano inicia un proceso meticuloso para designar a su sucesor. 135 cardenales—procedentes de 71 países y todos menores de 80 años—serán los encargados de tomar esta decisión trascendental.
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El camino hacia el cónclave
El protocolo establece que el cónclave no puede comenzar durante los “Novediales”, los nueve días de misas en honor al fallecido (del 26 de abril al 4 de mayo). Por lo tanto, la elección podría iniciar entre el 5 y el 10 de mayo, última fecha permitida.
La Capilla Sixtina, escenario de este ritual sagrado, será testigo de intensas deliberaciones. Los cardenales, bajo juramento de secreto, buscarán al hombre que guíe a los más de 1.300 millones de católicos en un mundo polarizado.
¿Qué perfil busca la Iglesia?
Las voces dentro del Colegio Cardenalicio ya esbozan las cualidades deseadas:
- Unificador: “El nuevo Papa debe tender puentes en una Iglesia dividida”, afirmó el cardenal Jean-Claude Hollerich.
- Sencillez y humildad: “Que evite luchas de poder y sea cercano a la gente”, destacó Óscar Rodríguez Maradiaga.
- Equilibrio doctrinal: Mientras algunos piden continuidad con las reformas de Francisco, sectores conservadores, como el cardenal Gerhard Müller, advierten sobre el riesgo de “herejía” si se elige un perfil progresista.
¿Un Papa fuera de Europa?
Con el 80% de los cardenales electores nombrados por Francisco—muchos de África, Asia y América Latina—, la posibilidad de un Pontífice no europeo gana fuerza. “¿Por qué no?”, respondió Hollerich ante la pregunta.
La sombra de un cisma
Las tensiones entre reformistas y tradicionalistas podrían marcar este cónclave. Müller incluso alertó sobre un posible “cisma” si triunfa una línea demasiado liberal. Sin embargo, otros confían en que “el sentido común prevalecerá”, como expresó Maradiaga.
Mientras Roma se viste de expectativa, los cardenales enfrentan una misión que, en palabras de Jean-Marc Aveline, “los supera, pero los obliga”. El mundo aguarda: ¿Será otro latinoamericano? ¿Un africano? ¿O un europeo que reconcilie a la Iglesia? Pronto lo sabremos.
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