Docente suspendida por perfil en OnlyFans: ¿Dónde quedan los límites entre la vida privada y profesional?
Una profesora de física en Escocia ha generado un intenso debate después de que su perfil en OnlyFans fuera descubierto por sus alumnos, lo que terminó en su suspensión como docente. El caso de Kirsty Buchan, de 34 años, reabre la discusión sobre hasta qué punto los educadores pueden separar su vida personal de su rol profesional. Docente suspendida por perfil en OnlyFans
El descubrimiento y sus consecuencias
Kirsty trabajaba en la escuela secundaria Bannerman, en Glasgow, cuando decidió abrir un perfil en la plataforma de contenido para adultos. Según explicó, lo hizo como una forma de complementar sus ingresos en medio de la crisis económica. Sin embargo, varios estudiantes encontraron su perfil y accedieron al material, lo que desencadenó quejas de padres y colegas.
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Ante la presión, Buchan presentó su renuncia, pero el Consejo General de Enseñanza de Escocia intervino y determinó que su conducta había “comprometido la integridad profesional” que exige su cargo. Aunque sus actividades ocurrieron fuera del aula, el organismo señaló que no tomó las precauciones necesarias para evitar que su identidad fuera reconocida por la comunidad educativa.
¿Castigo justo o invasión a la vida privada?
La docente defendió su derecho a tener una vida privada, argumentando que no cometió ningún acto ilegal. “Es una decisión desproporcionada. No hice nada malo y todo ocurrió fuera del entorno escolar”, declaró a medios locales.
El caso ha dividido opiniones: algunos apoyan que los docentes tienen derecho a manejar su vida personal sin restricciones, mientras otros consideran que, por su influencia en menores, deben mantener un comportamiento ejemplar en todo momento.
Un debate global
Este no es el primer caso de educadores enfrentando consecuencias por su presencia en plataformas para adultos. En varios países, se han registrado situaciones similares, reavivando discusiones sobre moralidad, privacidad y libertad laboral.
Por ahora, Kirsty Buchan permanece suspendida y no podrá volver a enseñar hasta que el consejo lo autorice. Mientras tanto, su historia sigue generando reflexiones: ¿Deben los docentes renunciar a ciertas libertades personales por su profesión?
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