Feminicidio en Lebrija: Condenan a 31 años al asesino de su exsuegra en venganza por ruptura
El 4 de marzo de 2023, la tranquilidad de la vereda Buenos Aires en Lebrija, Santander, se vio interrumpida por un crimen que estremeció a la comunidad. María Sabrina Solano Suárez, una mujer de 58 años, fue encontrada semidesnuda y sin vida en una quebrada, cubierta con hojas y pasto. En Lebrija: Condenan a 31 años al asesino de su exsuegra
Su esposo, Óscar Mauricio Álvarez Quintero, fue quien dio la voz de alarma. Tras más de un año de investigación, el Juzgado 14 Penal del Circuito de Bucaramanga condenó a 31 años y 2 meses de prisión a su asesino: Israel Enrique Álvarez Pérez, quien no solo era su hijastro, sino también su exyerno.
El macabro hallazgo
El cuerpo de María Sabrina fue localizado en un afluente cercano a su vivienda. Las autoridades encontraron evidencias clave: una motocicleta Yamaha FZ (placa HHI-23D) y un pantalón que pertenecían al victimario. Los rastros forenses confirmaron que ambos habían estado juntos horas antes del crimen.
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Según testimonios, María Sabrina e Israel compartieron bebidas alcohólicas en el sector de La Virgen y luego en la tienda de la cancha Portugal. Hacia las 10:30 p.m., emprendieron el camino hacia su casa. Nunca llegó.
La venganza detrás del feminicidio
La Fiscalía General de la Nación reveló que Israel mantenía una relación conflictiva con su expareja, Amparo Ochoa, hija de la víctima. La mujer había decidido separarse de él 20 días antes del crimen debido a sus constantes maltratos.
“Era una persona violenta, consumía drogas y amenazaba a su familia“, declaró el fiscal durante la audiencia. Israel, en un acto de venganza, habría decidido atacar a su madrastra y exsuegra para infligir dolor a Amparo.
La sentencia y el preacuerdo
Israel Álvarez aceptó su culpabilidad mediante un preacuerdo con la Fiscalía, lo que agilizó el proceso judicial. Sin embargo, la gravedad del crimen —un feminicidio agravado— le valió una condena ejemplar: 31 años y 2 meses de prisión.
Reflexión final
Este caso expone la peligrosidad de la violencia intrafamiliar y cómo los conflictos sentimentales pueden escalar hasta la muerte. María Sabrina Solano se convirtió en una víctima más de la violencia de género en Colombia, un flagelo que requiere mayor atención judicial y social.
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