El A-Pollo de Frisby Colombia ha dejado frito a los Españoles
La cadena de restaurantes Frisby España, que prometía llevar el sabor del pollo frito colombiano a todo el continente europeo, ha suspendido temporalmente su programa de franquicias. La decisión llega en medio de una disputa legal por los derechos de la marca, originaria de Colombia pero ahora en manos de una sociedad española-belga que la registró sin autorización expresa. Frisby España suspende programa de franquicias
¿Cómo llegó este ícono gastronómico colombiano a un laberinto jurídico en Europa? Aquí los detalles de un caso que mezcla propiedad intelectual, estrategias de expansión y una pregunta clave: ¿Quién tiene derecho a usar el nombre “Frisby” fuera de Colombia?
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La expansión frenada: “Proteger a los franquiciados”
En un comunicado oficial, Frisby España explicó que la suspensión es una “medida preventiva” para salvaguardar a sus futuros socios comerciales:
“Debido a la situación actual relacionada con el uso de la marca, hemos decidido pausar las nuevas adhesiones al programa de franquicias […] mientras avanzamos en la clarificación legal”.
La empresa, constituida en Bilbao en febrero de 2025 con un capital social de 9 millones de dólares, asegura que busca socios “comprometidos” para expandirse por España. Sin embargo, sus fundadores —el abogado español Gonzalo Barrenechea y la belga Jacqueline Gillemine— han generado polémica al declarar que “ninguno es colombiano ni conoce el país”, e incluso que nunca probaron el pollo de la marca original.
El vacío legal que aprovechó Frisby España
El conflicto nace de un tecnicismo: Frisby Colombia registró la marca en la UE en 2005, pero no demostró “uso efectivo” continuo. En diciembre de 2024, la versión europea solicitó la anulación por “falta de uso”, y al no haber oposición en el plazo legal, obtuvo el registro.
¿Fue una jugada estratégica? Los documentos revelan que los socios europeos afirmaron no actuar “por cuenta de terceros”, pero el registro coincidió con planes de expansión de Frisby Colombia. Ahora, la empresa sudamericana podría enfrentar una batalla legal costosa para recuperar su marca en Europa.
Reacciones: ¿Identidad cultural o negocio?
Mientras Frisby España insiste en que su concepto es “independiente”, los colombianos en redes sociales exigen proteger el legado de la marca, famosa por su salsa de ajo y su eslogan “Va ganando nuestro pollo”. Algunos apuntan a un “aprovechamiento de vacíos legales”, otros ven una oportunidad para que la empresa colombiana refuerce su presencia internacional.
¿Qué sigue?
- Frisby España deberá resolver el estatus legal de la marca antes de reabrir franquicias.
- Frisby Colombia podría recurrir a tribunales europeos, aunque el proceso sería largo.
- Los consumidores tendrán la última palabra: ¿aceptarán un “Frisby” sin conexión con la receta original?
Mientras tanto, el pollo que conquistó a Colombia libra su pelea más crujiente: la de los papeles.
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