Heidy Preciado Muere Tras Grave Accidente de Motocicleta
El sueño de una joven abogada recién graduada se apagó en un instante. Heidy Shirley Preciado Martínez, de 24 años, falleció tras cinco días de lucha en la UCI de la Clínica Chicamocha, luego de un violento accidente en el centro de Bucaramanga. Su historia no solo deja un vacío en su familia, sino también una advertencia sobre la seguridad vial en la ciudad. Heidy Preciado no resistió graves heridas tras accidente en moto
El accidente que todo lo cambió
El pasado domingo 15 de junio, alrededor de las 11:00 p.m., un estruendo ensordecedor sacudió la carrera 15 con calle 37. Dos motocicletas chocaron de frente, desprendiendo chispas antes del impacto definitivo. Testigos relataron que Heidy viajaba como parrillera cuando ocurrió lo inevitable: fue lanzada al pavimento, golpeándose la cabeza con tal fuerza que quedó inconsciente de inmediato.
Un hombre, presuntamente su amigo, intentó reanimarla sin éxito. Mientras tanto, otro de los implicados, Ciro Alfonso Marín Cepeda (61 años), yacía gravemente herido con una hemorragia visible. Aunque los paramédicos llegaron rápidamente, su estado era crítico. Marín falleció horas después, mientras Heidy resistía en la UCI.
Una batalla perdida contra la muerte
Los médicos confirmaron que el traumatismo craneoencefálico de Heidy provocó una inflamación cerebral irreversible. Durante cinco días, su familia mantuvo la esperanza, pero el viernes 20 de junio llegó la noticia más dolorosa: la joven no resistió más.
Una vida llena de sueños truncada
Heidy acababa de graduarse como abogada en la Universidad de Investigación y Desarrollo (UDI). Sus amigos la describen como una mujer alegre, dedicada y con un futuro prometedor. Su pérdida ha generado una ola de solidaridad en redes sociales, donde muchos exigen mayor responsabilidad vial.
¿Qué provocó el accidente?
Las autoridades investigan si exceso de velocidad, imprudencia o fallas mecánicas causaron el choque. Bucaramanga registra un alto índice de accidentes en moto, muchos de ellos fatales. Este caso reabre el debate sobre la necesidad de campañas de concientización y controles más estrictos.
Reflexión final
La historia de Heidy no es solo otra estadística: es un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida. ¿Cuántos casos similares deben ocurrir para que las cosas cambien?
¿Qué opinas sobre la seguridad vial en Bucaramanga? Déjanos tus comentarios.
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