El triste relato de la mamá de Salomé: La niña arrojada del tercer piso
Una tragedia que conmueve a todo un país ocurrió el pasado 18 de noviembre en Jamundí, Valle del Cauca. Salomé Manyoma, una niña de tan solo cinco años, perdió la vida tras ser arrojada desde un tercer piso por su propio padre, Jhon Jairo Manyoma, en un acto que ha dejado sin palabras a la comunidad. La historia de Salomé Manyoma: arrojada al vacío por su padre
“Esto para mí es una pesadilla; quiero despertar”
La madre de Salomé, devastada por lo sucedido, dio un conmovedor testimonio en Noticias Caracol. Entre lágrimas, contó cómo el brutal asesinato de su hija destruyó no solo su vida, sino también los sueños de la pequeña, quien soñaba con ser estilista y diseñar ropa. “Era una niña alegre, risueña y llena de amor por su familia”, recordó con la voz quebrada, mientras espera que las autoridades entreguen el cuerpo de Salomé, que permanece en la morgue de Cali.
La noche de la tragedia
Todo ocurrió durante la cena en un conjunto residencial del barrio El Rodeo, donde vivía la familia. Según los vecinos, una discusión de origen desconocido llevó a Jhon Jairo Manyoma, de 38 años, a intentar lanzar a sus dos hijas desde el balcón. Mientras una vecina logró salvar a la hermana mayor, Salomé no tuvo la misma suerte
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La comunidad, horrorizada por lo que presenciaron, reaccionó con furia. Jhon Jairo fue golpeado brutalmente por los vecinos, quienes lo retuvieron hasta que llegó la policía. Tanto él como la pequeña fueron trasladados a la Fundación Valle del Lili, pero ninguno sobrevivió.
Consternación y llamados a la justicia
La tragedia ha dejado una profunda huella en Jamundí. En el lugar donde cayó Salomé, la comunidad sembró una flor como símbolo de rechazo al maltrato infantil y de homenaje a su corta vida. Las autoridades, por su parte, han condenado con firmeza este acto. Martha Isabel Gutiérrez, personera de Jamundí, subrayó la importancia de fortalecer las políticas de salud mental y protección infantil. Además, hizo un llamado a evitar la justicia por mano propia, pese al nivel de indignación que este caso ha despertado.
Se conoció también que Jhon Jairo Manyoma tenía antecedentes de consumo de estupefacientes y problemas psiquiátricos, lo que reabre el debate sobre la necesidad de atender de manera oportuna a quienes enfrentan trastornos mentales graves.
Una comunidad en duelo
Jamundí llora a Salomé, una niña cuya sonrisa iluminaba a quienes la rodeaban. Mientras su madre busca justicia en medio de un dolor indescriptible, la comunidad clama por acciones contundentes para evitar que tragedias como esta se repitan.
El caso de Salomé Manyoma no solo evidencia las grietas en la atención a la salud mental, sino que también se convierte en un llamado urgente para proteger a los más vulnerables: los niños.
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