Tragedia en Bucaramanga: Motociclista muere decapitado por cable derribado por camión

Diego Fernando Gutiérrez Valderrama, un motociclista de 32 años, perdió la vida de la manera más trágica el pasado Jueves 8 de Mayo: quedó decapitado al ser alcanzado por un cable que se desprendió debido a un camión con carga sobredimensionada. Motociclista muere decapitado por cable derribado por camión

Los videos captados por locales de la calle 45 muestran en crudo detalle cómo ocurrió esta tragedia. La secuencia inicia con una tractomula color vinotinto transitando con una carga que claramente sobrepasaba los límites permitidos. Minutos después, el vehículo enreda los cables al pasar frente a la estación Terpel, y tras arrastrarlos por casi 100 metros, una guaya de telefonía se rompe.

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En ese preciso instante, Diego cruzaba la vía en sentido contrario. La guaya lo impactó a la altura del cuello, cercenándolo al instante. Testigos describen el horror: “El casco salió volando con la cabeza dentro. Una mujer en el andén gritó al verla rebotar en el pavimento”.

¿Un accidente evitable? Falta de controles y regulaciones incumplidas

Este caso no es solo una tragedia aislada, sino el reflejo de un problema recurrente: vehículos pesados circulando con cargas ilegales en zonas urbanas. Pese a que existen las Resoluciones 017 y 020 de 2025, que regulan estos traslados, no hay operativos efectivos que las hagan cumplir.

• El camión no debía transitar por esa zona con esa altura.
• No hubo señalización ni advertencia sobre cables sueltos.
• Testigos afirman que estos casos son frecuentes, pero las autoridades no actúan.

La pregunta queda en el aire: ¿Cuántas muertes más se necesitan para que se refuercen los controles?

Diego Gutiérrez: El hombre detrás del accidente

Diego no era un simple motociclista más. Originario de Girón, trabajaba desde las 5:00 a.m. como “motopirata” (transporte informal en moto), llevando pasajeros entre su municipio y el barrio Campohermoso.

Quienes lo conocían lo describen como una persona responsable, trabajadora y querida en su comunidad. “Era un hombre de bien, siempre ayudando a su familia”, comentó un vecino.

Su muerte no solo deja un vacío en su círculo cercano, sino que expone la precariedad laboral de quienes, como él, arriesgan su vida diariamente en las calles sin protección alguna.

Reacciones y llamado a las autoridades

Tras el impacto del suceso, peatones y otros motociclistas se acercaron, algunos horrorizados, otros grabando con sus celulares. Minutos después, agentes de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga llegaron al lugar, pero el daño ya estaba hecho.

La comunidad exige:
✅ Mayor control a camiones con cargas peligrosas.
✅ Sanciones reales para quienes incumplan las normas.
✅ Reparación urgente de cableado en zonas de alto tráfico.

Reflexión final: ¿Hasta cuándo?

Lo sucedido con Diego Gutiérrez pudo evitarse. No fue un “accidente”, fue negligencia. Negligencia de un conductor que no midió el riesgo, de empresas que no supervisan sus vehículos y de un sistema que no protege a los más vulnerables en las vías.

Hoy, una familia llora la pérdida de un ser querido. Mañana, podría ser cualquiera.

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