La tragedia de Angy Rodríguez: ¿Abuso policial o legítima defensa en Suba?
La mañana del 23 de mayo, el barrio Villa María, en la localidad de Suba, se convirtió en el epicentro de un hecho que ha dividido a la comunidad: la muerte de Angy Alejandra Rodríguez Morales, una mujer de 28 años, tras un enfrentamiento con la Policía. Muerte de Angy Rodriguez en Suba
Mientras las autoridades aseguran que los agentes actuaron en legítima defensa, la familia denuncia un presunto abuso de autoridad. Las protestas, los disturbios y las versiones contradictorias han dejado al descubierto una herida social que aún no cierra.
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¿Qué pasó realmente?
Según el informe de la Policía Metropolitana de Bogotá, el uniformado reaccionó luego de que Rodríguez lo atacara por la espalda con un cuchillo. Las cámaras de seguridad del sector habrían captado el momento, lo que permitió abrir una investigación.
Sin embargo, la familia de Angy tiene otra versión: aseguran que ella no portaba un arma blanca, sino una ‘pata de cabra’, y cuestionan que el disparo haya sido por la espalda. Además, denuncian que los policías no utilizaron métodos alternativos de contención, como tasers o gas pimienta, antes de recurrir al arma de fuego.
“¿Por qué no la neutralizaron de otra forma? ¿Por qué la dejaron desangrándose en la calle?”, reclama una familiar en redes sociales.
Un historial polémico y una comunidad dividida
Angy Rodríguez no era ajena a los problemas con la ley. Según su prontuario, en 2019 fue señalada por hurto, en 2023 por porte de estupefacientes y a inicios de 2024 por tenencia ilegal de armas. Estos antecedentes han polarizado aún más el caso:
- Algunos vecinos aseguran que su presencia generaba inseguridad en el barrio.
- Otros, en cambio, exigen justicia y una investigación transparente, independientemente de su pasado.
Protestas y disturbios: La respuesta de un barrio herido
Horas después del suceso, Villa María se convirtió en escenario de fuertes protestas. Jóvenes encapuchados quemaron llantas, rompieron cajeros automáticos y atacaron buses del SITP con piedras. La UNDEMO tuvo que intervenir para evitar mayores desmanes.
Mientras tanto, la Policía asegura que el uniformado involucrado fue apartado de sus funciones y que el caso está en manos del CTI y la Fiscalía.
La familia pide justicia
Angy dejó dos hijos (uno de un año y otro de nueve). Su familia insiste en que no era una habitante de calle, como algunos han intentado sugerir, y exige que se aclaren las circunstancias de su muerte.
“Ella tenía sus problemas, pero nadie merece morir así”, afirma un familiar.
Mientras las investigaciones avanzan, Suba sigue en tensión, entre el dolor de una pérdida y las preguntas sin respuesta.
¿Qué piensas sobre este caso? ¿Fue un acto de legítima defensa o un exceso policial? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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