Polémico emprendimiento: Mujer vendía pruebas de embarazo positivas para retener parejas

En la era de los negocios digitales, algunos emprendimientos llaman la atención no por su innovación, sino por su cuestionable ética. Recientemente, se viralizó el caso de una mujer que ofrecía pruebas de embarazo positivas falsas como estrategia para “salvar relaciones”. ¿Hasta dónde llega la desesperación por retener a una pareja? Mujer vendía pruebas de embarazo positivas para retener parejas

El engaño como “negocio”

Según publicaciones en redes sociales, la mujer promocionaba sus pruebas garantizando resultados positivos, respaldándose en supuestos testimonios de clientas que lograron evitar una ruptura gracias al engaño. Aunque no es la primera vez que surge este tipo de negocio, el caso generó indignación y debate.

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Hace algunos años, en Florida (EE.UU.), una joven vendía pruebas adulteradas a 30 dólares cada una, llegando a ganar cerca de 200 dólares al día. Con ese dinero, incluso logró pagar sus estudios universitarios. Pero más allá del rédito económico, el verdadero problema radica en las consecuencias emocionales y legales que puede acarrear este fraude.

¿Por qué recurrir a este engaño?

Las motivaciones detrás de estas compras suelen ser variadas:

• Miedo al abandono: Algunas mujeres creen que un embarazo falso evitará que su pareja las deje.
• Manipulación emocional: Usar una falsa paternidad para presionar al otro.
• Intereses económicos: En algunos casos, buscan asegurar manutención o beneficios.

Sin embargo, expertos en relaciones advierten que esta estrategia es contraproducente. Una mentira de tal magnitud no solo destruye la confianza, sino que puede derivar en conflictos legales si se descubre el engaño.

¿Es legal vender pruebas de embarazo falsas?

Aunque no existe una ley específica que prohíba la venta de pruebas adulteradas, en varios países esto podría enmarcarse en fraude o estafa, especialmente si se promocionan con fines engañosos. Además, en casos extremos, podría considerarse acoso o coerción emocional.

Más allá del morbo o la curiosidad que genera este tipo de historias, el caso invita a reflexionar sobre hasta qué punto la desesperación puede llevar a acciones dañinas. Las relaciones se construyen con honestidad, y ningún “emprendimiento” debería lucrarse de la manipulación.

¿Tú qué opinas? ¿Crees que este tipo de negocios deberían ser prohibidos?

Mujer vendía pruebas de embarazo positivas para retener parejas