Petro culpa a la Corte Constitucional del alza en cuotas del ICETEX
La educación en Colombia está en el ojo del huracán. Miles de estudiantes que confiaron en el Icetex para financiar sus sueños universitarios están al borde del colapso financiero. ¿La razón? Un fallo de la Corte Constitucional que dejó sin efecto una medida clave para aliviar sus deudas. Y mientras el presidente Gustavo Petro señala con el dedo a los magistrados, los jóvenes y sus familias se preguntan: ¿quién los salvará de esta crisis?. Petro culpa a la Corte Constitucional de la crisis del ICETEX
El golpe a los sueños universitarios
El 4 de octubre de 2023, la Corte Constitucional emitió un fallo que sacudió a miles de hogares colombianos. El artículo 95 de la reforma tributaria de 2022, que permitía una tasa de interés cero (0 % + IPC) para 77.000 jóvenes con créditos del Icetex, fue declarado inexequible. Esto significa que las cuotas de los préstamos educativos volverán a subir, dejando a los estudiantes en una situación financiera crítica.
Según la Corte, el artículo 95 no cumplió con los requisitos legales durante su aprobación en el Congreso. No hubo un debate adecuado en las comisiones económicas, lo que llevó a los magistrados a tumbar la medida. Pero, ¿qué implica esto para los estudiantes? Simple: más deudas, más estrés y, en muchos casos, la posibilidad de abandonar sus estudios.
Petro vs. la Corte: ¿quién tiene la culpa?
El presidente Gustavo Petro no tardó en reaccionar. A través de su cuenta de X (antes Twitter), el mandatario aseguró que la decisión de eliminar la tasa de interés cero fue responsabilidad exclusiva de la Corte Constitucional. “Fue la Corte, en su sabiduría, la que decidió declarar inconstitucional esta medida”, afirmó Petro, defendiendo que su gobierno logró aprobar la iniciativa en el Congreso para beneficiar a los jóvenes.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la versión del presidente. María José Castañeda, presidenta de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (Acres), le pidió a Petro que no engañe a la ciudadanía. “Lo que tumbó la Corte no tiene que ver con los estudiantes que ya están pagando sus créditos. A ellos les quitaron el subsidio a la tasa de interés”, denunció en entrevista con Blu Radio.
Los más afectados: jóvenes de estratos 1, 2 y 3
El impacto de esta decisión no es igual para todos. Según datos del Icetex, el 91 % de los beneficiarios de estos créditos pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. Para ellos, el alivio financiero era una tabla de salvación que les permitía acceder a la educación superior sin ahogarse en deudas. Ahora, con el aumento de las cuotas, muchos podrían verse obligados a abandonar sus carreras.
“Nos encantaría que la educación fuera pública, gratuita y universal, pero hoy el país no tiene la capacidad para ofrecer suficientes cupos”, lamentó Castañeda. Y es que, según cifras oficiales, solo hay 68.000 nuevos cupos en el sistema público, una cifra insuficiente para cubrir la demanda.
Un Icetex en crisis: ¿habrá reforma?
Desde 2018, organizaciones estudiantiles y expertos han venido advirtiendo sobre las deficiencias estructurales del Icetex. A pesar de las promesas, el gobierno de Petro no ha avanzado en una reforma integral que solucione los problemas de la entidad. “Le dijimos al gobierno que era urgente una reforma, pero en tres años no ha pasado nada”, criticó Castañeda.
Mientras tanto, los estudiantes siguen pagando las consecuencias. Con tasas de interés más altas y menos apoyo financiero, el riesgo de deserción universitaria aumenta. Esto no solo afecta a los jóvenes, sino que también profundiza las desigualdades sociales y económicas en el país.
Los estudiantes esperan realidades no promesas
El fallo de la Corte Constitucional ha dejado un panorama desolador para miles de familias colombianas. Mientras el gobierno y los magistrados se culpan mutuamente, los estudiantes exigen soluciones concretas. ¿Habrá una reforma al Icetex? ¿Se podrá revertir esta situación? Por ahora, lo único claro es que la educación en Colombia sigue siendo un privilegio, no un derecho.
¿Tú qué opinas? ¿Quién debería asumir la responsabilidad por este golpe a los estudiantes? ¡Comenta y comparte!
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